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Gabriel de la Mora | Originalmentefalso

Un cartel virtual y multicultural

Julia Ramalho-Pinto

El Cartel «Subjetividad y Redes Sociales» fue inscripto al mismo tiempo en NEL-México D.F. y en EBP-MG, en septiembre de 2012. Analistas en Brasil, México y Uruguay empezaron a preguntarse sobre los efectos de las redes sociales en la subjetividad contemporánea. El cartel concluyó en abril de 2014 con las presentaciones de los trabajos en la Universidad Federal de Minas Gerais, Brasil y en la Jornada de Carteles de la EBP-MG. 

La articulación para constitución del cartel

Los participantes Ernesto Anzalone (URY- BRZ), Julia Ramalho-Pinto (BRZ), Lilany Pacheco (BRZ), Nádia Laguardia (BRZ) y como Más-Uno Ana Viganó (MEX) empezaron a articularse para conformar el cartel por las redes sociales, básicamente a través de Twitter. En Abril de 2012 se llevó a cabo el primer encuentro presencial de los miembros con el objetivo de delimitar el cartel y establecer el tema de investigación. Algunos de los miembros solamente se conocían a través de las redes sociales. Durante el VIII Congreso de la Asociación Mundial de Psicoanálisis AMP/2012, en Buenos Aires, ocurrió el primer encuentro presencial del Cartel. Para la fecha, el cartel estaba formado con todos sus cartelizantes y el Más-Uno. Sin embargo, uno de los integrantes que era de Argentina, decidió no continuar más en el cartel. En junio de ese año, durante una presentación sobre redes sociales y adolescentes en la Universidad Federal de Minas Gerais, Nádia Laguárdia que ya investigaba el tema, fue invitada a participar del Cartel.

En agosto de 2012 tuvo lugar la primera reunión virtual realizada a través de Skype con todos los miembros del cartel. Fue establecido que funcionaríamos en reuniones mensuales, siempre los domingos por la mañana. Seguimos así, y algunos puntos se hacen importantes de señalar al compartir esta experiencia.

El funcionamiento del cartel

El término «cartel» (1) fue extraído de la palabra latina «cardo» que significa bisagra. El Cartel es un dispositivo formado por un pequeño grupo donde se pueden incluir las diferencias, lugar de producción del sujeto de su deseo de saber. Es una formalización que por sí sola puede hacer existir y avanzar en la elaboración de los trabajos, en la producción de saber. Lacan nos advirtió que «Para precaver los efectos de adhesión, se debe hacer el cambio en el plazo establecido de un año, como máximo dos» (Lacan, 1980).

La experiencia de este cartel nos enseñó cómo las tecnologías digitales actuales permiten una mayor flexibilidad y velocidad en los contactos. El carácter virtual del cartel se actualizaba y se presentificaba a cada encuentro, acelerando los cambios de ideas. Tal vez se pueda pensar que la virtualidad nos ayudó aún más a mantener una aproximación de trabajo al mismo tiempo que nuestra distancia física era mantenida. En este sentido, no hubo en ningún momento el riesgo de convertirnos grupo. Conforme lo formalizado por Freud en Psicología de las masas y análisis del yo (1921) en el grupo se forma con la adhesión alrededor de un líder. En el cartel la figura del líder no existe y el Más-Uno actúa ayudando a evitar que estas identificaciones aparezcan durante los trabajos.

Nuestras primeras discusiones giraron alrededor de las relaciones que son establecidas en las redes virtuales. La noción de virtualidad y lazo social se hizo tema importante en la discusión. Durante varios momentos nos preguntamos sobre la naturaleza del lazo social en las redes y en la sociedad contemporánea. ¿Estarían las redes sociales inventando relaciones más inseguras? ¿O sería una característica de la sociedad contemporánea la creación de lazos frágiles y fluidos que causaban gran adhesión a las redes sociales? ¿Qué movería a las personas a estar en las redes virtuales? Interesante pensar que nuestro propio lazo de transferencia con el discurso del psicoanálisis, con el trabajo de cartel y con la producción estaba puesto y no fueron cuestionados. El dispositivo del cartel seguía sin titubear. Lo que discutíamos, si era pertinente de ser pensado en las redes sociales y virtuales algo que se correspondiera con cierta inseguridad de los lazos, en aquel cartel no se verificaba. El compromiso con los propios temas y con la producción de saber que sería realizada era el eje principal. Así, la naturaleza de la virtualidad se oponía a la idea de actualización con el objetivo de discusión y producción -no de la adhesión entre los integrantes-. Esto es, se oponía a la naturaleza misma del lazo que se pretende en el cartel.

La virtualidad permitió actualizarse y acelerar encuentros que no serían posibles sin Internet. Además, fue realizado apenas un encuentro presencial en Belo Horizonte de los cuatro miembros, sin la Más-Uno que estaba en México. Después de este encuentro, no hubo ninguna necesidad de que el cartel se reúna presencialmente. Se verificó que las reuniones eran productivas y enfocadas. A lo largo de los encuentros, enfrentamos algunos problemas de conexión de uno u otro miembro. Sin embargo, de forma general, verificamos una constante participación de todos los miembros.

Otro punto importante fue el tema multicultural. La escucha de la diversidad ya estaba puesta en la propia lengua y en los temas de cada uno. En este sentido, cada uno colocaba sus reflexiones y lecturas a partir de su propia lengua y los otros miembros acompañaban e iban resaltando sus temas en la propia lengua. En raros momentos fue necesario que se repitiese algo o incluso que alguien ayudase a traducir. También, el tema cultural se amplió en lo que se da en llamar la cybercultura. Esto es, los temas encontrados no se limitaron a la subjetividad de un país, pero tuvimos en cuenta el pasaje en el que nos encontrábamos inmersos, el de una cultura digital contemporánea y global. Aunque la forma de utilización de las redes pudiese tener alguna especificidad local, los temas eran, de forma general, entendidos como globales. Los casos individuales eran analizados y varios que tomasen a cada país, eran elaborados como algo presente en la red global.

La elaboración escrita fue un recurso importante propuesto por el Más-Uno como forma de acelerar las conclusiones de los trabajos. Después que cada miembro presentó su tema y reflexiones en los encuentros, todos fueron invitados a empezar a escribir los trabajos. En este momento, los encuentros virtuales pasaron a ser marcados por la presencia del texto de cada miembro. A cada encuentro todos leían el trabajo del miembro previamente, una vez que éste era enviado por el correo electrónico anticipadamente, y proponían temas en los encuentros virtuales vía Skype.

Resultados presentados del Cartel

El «fade away» del cartel se llevó a cabo por la oportuna precipitación de un plazo para la presentación de los trabajos. Nádia Laguárdia nos invitó a presentar una mesa de trabajo en UFMG en abril de 2014. Desde Enero de 2014 nuestros encuentros fueron tomando tonos de conclusión y finalización de las preguntas. Aquí, además de las preguntas virtuales que ayudan a la no identificación, el establecimiento del plazo de conclusión con una presentación pública fueron importantes. El Más-Uno Ana Viganó, no podía estar presente en el evento y nuevamente la virtualidad ofreció una posibilidad. Ana grabó un video, en su lengua, que fue presentado en la mesa de la Universidad, junto con los otros productos del cartel. Nuevamente, hicimos el uso de la tecnología para promover los lazos de trabajo que estaban puestos desde el principio.

La participación de los presentes en el seminario de UFMG fue significativa y se discutieron animadamente temas como el del goce, la mirada, la imagen, el tiempo de las redes sociales y otros sumamente interesantes. No hay duda que el avance del cartel en estos temas aún brilla.

Asmimismo, el cartel se presentó en una mesa de la X Jornada de Carteles de EBP-MG con el tema «redes sociales y subjetividad». Aunque las tecnologías nos hayan ayudado a avanzar en nuestras discusiones, en este momento el video de Ana Viganó no funcionó. Bernardino Horne, invitado de EBP-MG para la Jornada de Carteles, reconoció la importancia de los trabajos para el campo del Psicoanálisis. Como fue resaltado, no fueron trabajos sociológicos o superficiales, los trabajos sustentaron el discurso y la posición del psicoanálisis dirigido a la sociedad contemporánea. Bernardino resaltó que dos puntos se deberían mantener en este mundo contemporáneo: la aceleración del tiempo y el mirar distribuido.

Adicionalmente, dos de los trabajos fueron presentados en el seminario de conclusión del curso de Introducción al Psicoanálisis Lacaniano/UFMG. Y, como bienvenido plus, uno de los trabajos fue invitado a ser publicado en la Revista Curinga de EBP-MG.

No hay duda de que investigar temas on the edge y sin un referencial teórico extenso del psicoanálisis fue un desafío. Pero, el dispositivo del cartel virtual multicultural permitió cambios rápidos, elaboraciones consistentes y ampliadas para pensar los efectos globales de las redes sociales en la subjetividad contemporánea.

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