Jorge Iván Zapata Hdez – Integrante de la comisión de carteles de la NEL-Medellín
Lacan, en el acta de fundación de la escuela en 1964, en lo concerniente a la estructura del cartel en la escuela, privilegia la importancia del cumplimiento de la tarea que a cada cual le corresponde, y en tal sentido, va ha tener el cuidado de señalar el modo como dicho acto de producción de saber debe cumplirse.
«…Para la elaboración de este trabajo adoptaremos el principio de una elaboración constante dentro de un pequeño grupo; cada uno de ellos (tenemos un nombre para designar esos grupos) estará compuesto de tres personas por lo menos, de cinco como máximo – cuatro es el ideal. MAS UNA encargada de la selección, de la discusión y de los trabajos de cada uno» (Sesión plenaria del sábado 12 de Abril de 1975, por la tarde. La función de los carteles)
Como puede captarse, la función del «mas-uno», apenas es enunciada en una frase del párrafo, pero no por ello deja de ser explícita. Es pues una novedad, que no está referenciada por ejemplo en el discurso universitario, donde está en juego la confrontación de ideas y el ideal del yo del maestro, dice la última frase que sella la diferencia. Este señalamiento al discurso universitario, que se cristaliza en su ser, como se verá, por la función del más-uno en el cartel, es pertinente traerlo a colación, precisamente por la diferencia que tiene en la construcción del cartel, que no tiene por objeto como aquel, la producción de sujetos útiles al consumo de la cultura capitalista. El discurso universitario, es resistente a la estructura del cartel, que contiene dentro de sí el enigma (X) del rasgo temático de los integrantes, en relación de extimidad con la función del más-uno, «…encargado de la selección y de la discusión de los trabajos de cada uno». La función dialéctica del más-uno, es un modo de selección de la discusión, que es a fin con la tarea o enunciado, que convoca el uno por uno de las personas que componen el conjunto cartel. El más uno no se cuenta en el pequeño grupo o conjunto, pero puntúa la pertinencia de los distintos rasgos temáticos, que se articulan con el enunciado o tarea.
Ahora bien, la razón de la existencia del más uno, está encaminada a comprometer y comprometerse, en la producción de un saber singular sobre lo real que cada uno hace consistir en el rasgo temático, que a su vez se colectiviza en la Escuela. El más-uno entonces, es el sujeto dividido por lo real del enunciado del cartel, que nomina la falta que hace trabajar el conjunto en torno al mismo. Todo rasgo temático, está atravesado por este agujero que hace el significante en lo real que evita la sutura del todo saber. La función del más-uno velaría, por el no todo del saber de la pregunta que asumen la personas del cartel.