Cuando iniciamos el cartel hacia las XIII Jornadas de la NELcf: Cortes e interpretaciones, planteé lo que para mi era en ese momento un interrogante y que el título mismo de las jornadas dejaba entrever: ¿es posible distinguir el corte de la interpretación?

Acompañada de distintas lecturas y por contingencia inmersa en la edición de la última Bitáora Lacaniana cuyo tema es justamente el mismo de las jornadas, llegó a mí uno de los trabajos para la revista, que abordaba coincidentemente esta misma pregunta que yo había formulado, se trata del aporte de Laurent Dupont, quien desarrolla la cuestión sirviéndose de una imagen que me resulta útil. Pensar la interpretación como un conjunto dentro del cual, el corte tiene su lugar como uno de sus elementos. Así, la interpretación y el corte se presentan articulados, al punto que una interpretación puede perfectamente hacer las veces de un corte o el mismo corte de una sesión constituir una interpretación. 

Nada de lo que ocurre en el espacio de la escena analítica, por estar signada por la transferencia, deja de ser interpretado: ¿por qué el analista me hizo esperar?, por qué no me miró?, qué me quiere decir con su silencio?, me cobra más que a otros?, por qué me cortó ahí?, tenía afán?, lo canso?… la infinidad de preguntas que el analizante se formula, todas ellas en relación con su analista, constituyen también sus propias interpretaciones. 

Las conversaciones sostenidas con los colegas del cartel, las viñetas generosamente aportadas por algunos de ellos, la lectura de aportes  del siempre vigente texto de Miller: Introducción al método psicoanalítico sumado a otras lecturas y a la contingencia del encuentro con el trabajo de L.Dupont, ayudaron a esclarecer para mí la pregunta. Pienso hoy el corte como una forma de interpretación privilegiada por Lacan en la última parte de su enseñanza, cuando nos orienta a actuar como cirujanos. Es nuestra decisión usar para ello el escalpelo de la palabra o del silencio, incluso el del sonido, el del ruido… sin sentido. 

Cada uno a su manera operará para hacer posible que se produzcan nuevos anudamiento, que permitan a quienes nos consultan hacer frente a la pulsión de muerte y ubicarse del lado de la vida, para ello es preciso no olvidar que en la ardua tarea de un análisis extraemos los “divinos detalles” cortando en pedacitos, localizando, extrayendo los significantes fundamentales y los trozos de real que dan cuenta de un goce singular.