Miradas sobre el síntoma
Los discursos sobre el síntoma cambian pues los significantes amo comandados por la ciencia establecen formas de concebirlos en consonancia con la época, como se piensen los síntomas será la forma de tratarlos, Lacan llamaba a esto acoger un discurso, e indica que no solo el sentido del discurso reside en el que lo escucha, sino que es de su acogida de la que depende quien lo dice1Lacan, J. “Variantes de la cura-tipo”, Escritos 1. Siglo XXI, México, 2007, p. 318. Las instituciones orientadas por el discurso amo o universitario hacen del síntoma de los sujetos el déficit o la patología, una de las características esenciales del discurso amo es que en cierto lugar hay alguien que hace semblante de comandar2Lacan, J. “Conferencia de Ginebra sobre el síntoma”, Intervenciones y textos 2, Manantial, Buenos Aires, 1988, p. 142 con el ideal de que las cosas marchen bien.
Por su parte, el psicoanálisis concibe al síntoma como el modo que encuentra cada sujeto para arreglárselas con los impases de la vida, si esta es una práctica subordinada por vocación a lo más particular del sujeto3Lacan, J. “Variantes de la cura-tipo”, Escritos 1. Siglo XXI, México, 2007, p. 344 ¿cómo encontrar ahí alguna articulación entre el discurso analítico y el que ordena a las instituciones educativas, especialmente las dedicadas a las infancias y adolescencias?, se trata de pensar un encuentro posible a partir de lo que cada uno interroga al otro, conversar como una manera de bordear lo imposible.
Intervenciones a medida de los sujetos
Práctica entre varios, trabajo en red, analista ciudadano, son algunas de las categorías que dan cuenta de las invenciones que el psicoanálisis permite operar en espacios institucionales que no necesariamente están atravesados por este discurso, también enseñan cómo el analista pone el cuerpo en el ejercicio de su práctica, con un principio orientador que Miller sitúa como: crear al sujeto4Coccoz, V. La práctica lacaniana en instituciones: otra manera de trabajar con niños y jóvenes, Argentina, Grama, 2014, p.14, principalmente cuando este es absolutamente refractario al Otro, ¿qué nos indica Miller con principio?, ¿acaso las instituciones no tienen por encargo producir subjetividades?, ¿cuál sería la diferencia?, me parece que es por la vía del goce la respuesta, el psicoanálisis reconoce que su existencia es constitutiva para cada uno, no lo segrega mediante ningún forzamiento o ideal, sino que otorga los medios para que se pueda arreglárselas con él, reconociendo que siempre hay un resto que lo hace como tal irreductible.
Una ética de la prudencia
Los encuentros de este cartel fueron marcados por una intervención en la que el más-Uno transmitió algo fundamental, ser prudentes con el uso de los conceptos psicoanalíticos y los alcances de la intervención de los practicantes de psicoanálisis en esos escenarios, ya que no se trata de que la práctica de los educadores sea colonizada por nuestro discurso, sino situar que puede contribuir a algo en común y conocer a qué puertos permite arribar5Aromí, A. “¿De dónde parte el psicoanálisis?”, Reinventar el vínculo educativo. Aportaciones de la pedagogía social y del psicoanálisis, Gedisa, Barcelona, 2008, pp. 119-138, considero que una de las contribuciones del psicoanálisis a los educadores tiene que ver con una dimensión ética, por qué no decir una ética de las palabras, tal como argumenta Ana Viganó una palabra con peso es una palabra que tiene un vínculo ético con sus consecuencias6Viganó, A. (marzo 2021). “Avatares subjetivos de la educación en tiempos de pandemia”, Glifos. Revista virtual de la NEL ciudad de México, https://www.nelmexico.org/wp-content/uploads/2021/03/glifos-15-.pdf y en ese movimiento es posible reconquistar cierta dignidad de los sujetos en las instituciones.
Para no concluir…
Las enseñanzas de Freud y Lacan son el marco del que se parte para pensar nuevas formas de alojar lo humano frente a los dispositivos de control, en una época donde la vorágine de la eficiencia y el rendimiento, producto del agujero negro del capitalismo que engulle todo a su paso devasta el tiempo de comprender tan necesario en las instituciones.
Las escuelas tienen prisa ¡el psicoanálisis no! Poder introducir una mirada, una escansión, un corte sobre ciertos fenómenos que acontecen requiere tiempos para la reflexión, un tiempo Otro que es necesario inventar y que en ocasiones sale del marco institucional, se trata de dar un espacio para que lo singular tenga cabida en cada lugar.
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