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Sergio Valenz | Happy Landscape 2

Transferencia: ¿Proceso de amor que escapa a la demostración?

Carlos Mario Hernández Prado

Mi recorrido analítico es corto, y era aún más corto cuando decidí unirme a mi primera aventura como cartelizante. Padecía de muchas interrogantes, principal y fundamentalmente en cuanto a la formación y cómo devenir analista. Pensaba que se trataba de una sucesión de pasos y/o requisitos que debería cumplir, como si se tratase de una cuestión institucional, a lo que solía estar acostumbrado. Con el paso de las lecturas y reuniones del cartel logré percatarme que se trataba de una cuestión de experiencia, la propia principalmente, la experiencia singular.

Como primerizo me encontraba desconcertado y lleno de incertidumbre, porque no sabía cómo funcionaba el cartel, no sabía que leer, qué investigar, de qué hablar y una infinidad más de preguntas. fui delimitando mis interrogantes y centrando el tema del que quería hablar, me ubicaba en una utopía: querer acaparar todo. Una vez focalizado el concepto que quería trabajar –la transferencia– me dispuse a leer a diferentes autores, generando una cantidad de información, sin embargo, eran párrafos sin orientación ni sentido, eran piezas sueltas. El cómo articular otros conceptos a la transferencia fue uno de mis mayores problemas. Decidí abordarlos sin hacer conjeturas demasiado profundas, por lo que decidí estructurar apotegmas cortos. 

  1. La transferencia como dualidad.


La transferencia tiene un aspecto de dualidad, puede identificarse con la repetición inconsciente o con la resistencia. Si nos adentramos del lado de la repetición, es referida por ser un estereotipo, del cual el sujeto saca ejemplares durante el curso de su existencia. Como analistas nos encontramos obligados a atravesar esa resistencia, ¿de qué manera? Pues obligándolo a pensar en lo que no quiere pensar, aquí es donde empezamos a analizar el inconsciente. La transferencia señala que el inconsciente fue tocado, se manifiesta por la infracción del psicoanálisis… eso habla, el silencio del paciente que alude el pensamiento.

  1. Transferencia – Sujeto supuesto Saber – Asociación libre.


El principio constituyente de la transferencia es la invitación que elabora el analista hacia el paciente para decir todo, carente de orden, sin retener absolutamente nada, además de no ser detenido ni por el displacer o la decencia, este principio es llevado a cabo por el Sujeto supuesto Saber. No debemos pensar al SsS como la presencia física, sino que es la consecuencia directa e inmediata de lo que Lacan llamó el discurso analítico. El SsS es el pivote de la transferencia, es un efecto de la estructura de la situación analítica.

  1. ¿La transferencia como ilusión?


La transferencia tiene un carácter ilusorio, razón por la cual se presta a quedar reducida a su dimensión imaginaria. El rasgo que une los tres aspectos (transferencia- repetición; transferencia-resistencia, transferencia-sugestión) es la transferencia-amor. Que la transferencia es amor, no es porque el analizante ama al analista, sino que desea hacerse amar por él, es decir, se presenta por un lado u otro como amable. 

  1. La apertura de la transferencia.


Hace tiempo me preguntaba ¿qué es lo que da apertura a la transferencia?, una posible respuesta es la posición del paciente, me refiero a la posición de entregarse a la asociación libre, es la posición de búsqueda de la verdad sobre sí mismo, sobre su identidad y su verdadero deseo. Esta verdad la va a encontrar en su palabra, y en el analista en cuanto gran Otro, como oyente fundamental que sanciona la significación, es aquí la importancia del silencio, silencio que dejará sitio al despliegue de la palabra, con la condición de no satisfacer la demanda del paciente (¿Quién soy?, ¿cuál es mi deseo? ¿qué quiero, verdaderamente?)

  1. Transferencia y lo que lo posibilita


La transferencia es la garantía del tratamiento y de la interpretación; esos momentos en los que se captura al sujeto en el análisis, es la captura del inconsciente en el discurso del sujeto. Estos apuntan a la interpretación del deseo y no a la demanda del sujeto, no a lo dicho sino a lo que se esconde en ese decir.

En las entrevistas preliminares lo que está en juego es poner a trabajar la transferencia, el paciente pasa de estar en entrevistas preliminares y de entregar informaciones generales sobre sí, su queja y su problemática, en las cuales el deseo del analista aunque presente es insuficiente frente a los esbozos de la transferencia y la interpretación que apenas inician y donde la demanda se transforma en un pedido; pasa al análisis propiamente dicho, en la cual la transferencia está instaurada de tal manera que su vida pasa por el consultorio, la transferencia permite la interpretación, una interpretación que se soporta y a la que también se resiste, sin embargo, hace eco, puesto que la demanda y la rectificación subjetiva ya tuvieron lugar.

  1. Transferencia posibilita la interpretación  


La transferencia está en juego cada momento, es decir, es susceptible de dañarse, y por ello el tratamiento. Por lo tanto, debe estar plenamente justificada toda intención que allí aparezca en la interpretación, pero no es una cuestión de adivinación, es un rigor metodológico en el que se pretende no interpretarlo todo, clarificarlo todo o intervenir sobre todo; es capturar al sujeto en lo que dice que se relaciona con contenidos particulares de sí mismo, analizar las resistencias, es implicar al sujeto en lo que dice (minimizar la brecha entre lo inconsciente y lo consciente), y buscar respuestas dentro de sus preguntas. La interpretación debe ser el resultado de una escucha activa y de una captura del inconsciente del sujeto.
La interpretación no apunta a generar más o menos dolor, más o menos diligencia, más o menos asertividad. No apunta a dar certezas al paciente, mucho menos a aconsejar, a lo único que se dirige es al encuentro del sujeto con su verdad y a la captura del sujeto y su inconsciente. La interpretación tiene más bien una función divisoria, de límite, de distancia y favorece el encuentro del sujeto con su deseo, alejándose de la demanda y más allá de la palabra, acude a la conexión de lo más aislado en el sujeto, he ahí donde aparecerá sorprendido.

  1. Transferencia, interpretación y deseo del analista


A la transferencia y la interpretación le antecede el deseo del analista. El deseo del analista no es algo tangible, medible o visible, sino más bien una construcción simbólica que emerge poco a poco y que toma forma en la medida del análisis, aunque en sí mismo no es nada. El deseo del analista suscita causa de deseo, de movimiento, de conciencia, de descubrimiento. 
Es una línea directa que va desde el deseo del analista, que es primer elemento del quehacer clínico, es decir, ser presencia, y desde ese lugar acudir al vacío, el enigma y la incertidumbre, pues lo es en realidad, dado que el paciente representa ello (el no saber) después aparece en el espacio analítico la transferencia. En una cuestión de construcción y una búsqueda de la verdad del paciente y esta se convierte en el recurso de la interpretación, es decir, de la posibilidad de atrapar al sujeto es sus propias cuestiones, dramas y demás que configuran el armazón de su estructura, síntomas y posición subjetiva; sin embargo, lo único posible es una rectificación subjetiva, y no una cura.

El deseo del analista es una incógnita que instala y se hace portador de un vacío posibilitador. Esta incógnita es un deseo que tiene un límite preciso que le permite ser operativo en el campo del lenguaje.  

  1. Transferencia y sugestión


La transferencia es aquello gracias a lo cual opera la sugestión. Si es conveniente dejar que se establezca la transferencia, es porque es legítimo hacer uso del poder, ¿de qué poder?, del poder de la sugestión, que da la transferencia. La transferencia se concibe como la toma del poder del analista en el sujeto, como el vínculo afectivo por lo que el sujeto depende de él, y que podemos usar legítimamente para hacer admitir una interpretación. ¿Qué quiere decir esto? enunciar de la forma más clara que hacemos uso de la sugestión. Si el paciente engulle nuestras interpretaciones es porque ha llegado a querernos. Aquí, estamos en el plano de la sugestión.
La transferencia es una sugestión y a este título la usamos, pero hacemos con ella algo muy distinto, porque esta sugestión, la interpretamos.

Datos del cartel
Estado:

Título:

Deseo del analista

Fecha de inicio: 16 octubre 2022
Temática: Conceptos y lecturas fundamentales
Modalidad: Tradicional (4 + 1)
Integrantes

más-uno

Nombre: Carolina
Puchet Dutrénit
Rasgo: Del deseo de ser analista al deseo del analista
Escuela a la que pertenece: NELcf
Lugar/Sección: Ciudad de México

cartelizantes

Nombre: Javier Emilio
del Moral Ruiz
Rasgo: El duelo del analista
Escuela a la que pertenece:
Sección: Ciudad de México
Nombre: Carlos Mario
Hernández Padro
Rasgo: Transferencia, ¿proceso de amor que escapa a la demostración?
Escuela a la que pertenece:
Sección: Ciudad de México
Nombre: Rosalía Valentina
Pérez Mateos
Rasgo: El deseo del analista: la formación de un lazo diferente
Escuela a la que pertenece:
Sección: Ciudad de México
Nombre: Brenda del Carmen
Mundo Gónzalez
Rasgo: El cuerpo del analista y el semblante
Escuela a la que pertenece:
Sección: Ciudad de México
Producto publicado en la edición a-ritmo propio
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