En la práctica desde los inicios se puede leer algo de ese enlace entre el síntoma del analizante y marcas de la infancia que pasaron desapercibidas. Lo traumático en la infancia se reproduce y determina los acontecimientos de la vida que más afectan al sujeto. ¿Qué marcas de lo insoportable de la infancia se leen en un análisis?, y, cuando las palabras no alcanzan, ¿qué de ello se resiste a la simbolización? Aquello que es intransitable por la vía del desciframiento, ante lo que hace falta algo más, intervenciones en acto, fuera de sentido, sobre el goce.
Del lado del sentido encontramos el fantasma, hacerse devorar, hacerse martirizar, mirar, atrapar, es la dimensión del sentido que se le dio a las marcas de goce sin sentido, ¿cómo se ficcionó?, ¿qué se narró sobre sí mismo el analizante y bajo qué referencias?. Toda una importante dimensión de trabajo en análisis.
Sin embargo al referirnos a lo insoportable de la infancia, Lacan habla de la “experiencia originaria del trauma, primer nódulo que está en un nivel distinto al de los avatares de la represión”1J. Lacan, Seminario I, Los escritos técnicos de Freud, Editorial Paidos, Buenos Aires, p.76, por eso su resolución no va por la vía del desciframiento. “¿Cómo se las arregla cada ser hablante con el troumatisme de lalengua? Podemos pensar dos tipos de respuesta. Iteración y repetición.”2Holguín, C. “Lo insoportable de la infancia: El troumatisme de lalangue” http://www.jornadasnel2020.com/template.php?file=textos-de-orientacion/el-troumatisme-de-lalangue.html, repetición del lado del fantasma e iteración del lado del goce sin sentido, producto del troumatisme.
Con respecto al trauma nos referimos a un hecho sin dicho, algo sucedió y no se tenían referencias ante ello, como la escena del funeral en la niñez de María Cristina Giraldo o la escena infantil del circo narrada en el testimonio de Luis Darío Salamone, quedan marcas de la lengua, piezas sueltas sin sentido, posteriormente se construye un sentido fantasmático como defensa ante esas marcas, con la “función limitar y cubrir este real pero no si un plus” 3Holguín, C. “Lo insoportable de la infancia: El troumatisme de lalangue” http://www.jornadasnel2020.com/template.php?file=textos-de-orientacion/el-troumatisme-de-lalangue.html, un plus que el sujeto padece en su malestar neurótico y que de algún modo desvitaliza .Por otro lado todo esto ocurre y el infante sin voz, no lo determina, el trauma es posteriori, solo cuando algo de la vida lo coloque nuevamente ante las coordenadas de ese trauma se verán más claramente sus efectos.
En cuanto al troumatisme, Clara Holguín lo indica como efecto de“ese momento precoz, donde se produce la inseminación de la voz, el traumatismo estructurante del parlêtre.Manera precoz como la voz se incorpora, se insemina en el cuerpo.“. “El síntoma, como acontecimiento de cuerpo se deduce de estas marcas sonoras dejadas por la lalengua”, “insuperable exigencia de lo que fue la sexualidad infantil”. “Trauma sin sujeto en el que si fija un goce que será adictivo.” 4Holguín, C. “Lo insoportable de la infancia: El troumatisme de lalangue” http://www.jornadasnel2020.com/template.php?file=textos-de-orientacion/el-troumatisme-de-lalangue.html ; que dará cuenta de lo que es la pulsión, como observamos en el estatuto que toma la sed para Salamone, el silencio en Catherine Millot o piernas sueltas en María Cristina Giraldo, Podemos observar como los momentos en que se fija la pulsión siempre son traumáticos. ¿Qué hacemos con sus huellas?
Miller se pregunta “¿Cómo hacer de ese acontecimiento, de esa mediocre desgracia, algo que pueda ser llamado bello, y que no es más que un escabel?”5J-A. Miller, Sutilezas analíticas, Editorial Paidos, Buenos Aires, p. 47. Lacan presenta “el ejemplo de Joyce” y como “del traumatismo de la lengua y de las consecuencias padecidas”6J-A. Miller, Sutilezas analíticas, Editorial Paidos, Buenos Aires, p. 47 hace una obra. Con la pulsión hay que hacer algo.
Con respecto al troumatisme, Catherine Millot refiere que “Tenía seis años, cuando llegué a Budapest… en la que viviría tres años. En la escalera desconocida, de repente, el mundo se vacía. En un instante, se transformó en un desierto. Ya no había ni antes ni después, ni mis padres, ni nadie. Durante algunos segundos, estuve sola absolutamente. Y es demasiado decir “yo”, o quizás habría que precisar que se trataba de un yo sin cualidad, puntual, una pura mancha de existencia desnuda en la escalera vacía sin nada alrededor. Eso no se olvida”Aguilar, L. “7Catherine Millot, una cool-mystic del siglo XXI” https://revistas.unc.edu.ar/index.php/lapso/article/download/20965/20550. Plantea haber experimentado el vacío de una soledad radical, sola en el mundo, aspecto que causó angustia gran parte de su vida, un sentimiento de desamparo y abandono.
“¿Cómo hallar a partir de la Soledad indisociable de un radical sentimiento de abandono, una voz de retorno hacia la bienaventurada Soledad primitiva, la del ante-yo”8Millot, C., ¡Oh soledad!, Nuevos Emprendimientos Editoriales, Barcelona, 2014, p.114, con el análisis y la escritura, ese sola en el mundo cambia. Así, sola en el mundo, pasó a ser una experiencia que describe como libre y liviana en la tierra y, como ella, abierta y acogedora, vivía sin reserva y sin miedo9Aguilar, L. “Catherine Millot, una cool-mystic del siglo XXI” https://revistas.unc.edu.ar/index.php/lapso/article/download/20965/20550.
Miller plantea que: la meta de un análisis… en relación a la positividad del goce, “disminuir el displacer que este causa y aumentar el placer del que es susceptible”10J-A. Miller, Sutilezas analíticas, Editorial Paidos, Buenos Aires, p. 179, esto apunta un saber hacer con lo traumático, hacer otro uso con las mismas marcas.
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