“a-ritmo-propio” es el nombre con el que, desde hace tiempo, se publican los productos de carteles de la NELcf.

“Ritmo-propio”, ¿llegará a existir tal cosa? Implica, primero, haber ubicado eso “propio”, que en un cartel alcanza con que sea una pregunta. Mejor aun: un rasgo… para la lectura. Leer está en las antípodas de saberlo todo.

Después, está el “ritmo”, que no es poca cosa en la América que hace al territorio de la NELcf, donde la música es resto de anudamientos, amarres, encadenamientos. Es el “ritmovimiento” de los cuerpos, lo que no tiene nada que ver con la posición del esclavo que sigue las órdenes del amo.

Si hubiera que reconocer el deseo que subyace a-ritmo-propio, sería el que es propio de cada uno, y del dispositivo del cartel, pase a la Escuela.cf