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Todo el mundo es loco… pero no cualquiera delira

Micaela Parisi (miembro EOL)

Todo el mundo es loco… pero no cualquiera delira

Micaela Parisi (miembro EOL)

Cartel: “Todo el mundo es loco”

Mas uno: Raquel Cors

Mi rasgo en este Cartel, dentro de “Todo el mundo es loco…”, se orientó hacia el fenómeno de pensamiento en los jóvenes y adolescentes; y cómo una pequeña distinción entre un pensamiento obsesivo repetido y un pensamiento intrusivo, de tinte paranoico, megalómano, etc., puede ser un signo diagnóstico muy sutil. 

En nuestro primer encuentro se subrayó la importancia de poder diferenciar los delirios neuróticos de los psicóticos; y esa es una orientación en la clínica, partiendo de Miller en “Efecto retorno…” se trata del “en más”, sin la medida fálica o el orden simbólico que introduce el Nombre del padre, lo que nos lleva a pensar en una psicosis.

Del recorrido por “todo el mundo es loco” arribamos en uno de nuestros encuentros a “todo el mundo está enfermo del lenguaje”, y de allí a extraer la relación con la estructura, porque no es lo mismo el delirio de lalengua neurótica y sus enredos de sentido, que el delirio en la psicosis. En este punto, como variable orientadora, aparece la represión: ¿Hay olvido o hay agujero? Eso, entiendo, nos llevó a la escena primaria, a lo infantil reprimido o no. 

Luego de la lectura minuciosa del caso del Hombre de los Lobos, me interrogó nuestro pasaje al Seminario 6. Por qué elegir ese Seminario, cuando veníamos trabajando la psicosis y sus fenómenos. Entonces me encontré con la pregunta del Cartel ¿Qué es una Neurosis? Algo que, en la clínica actual, es mucho más difícil de escuchar. Miller en “Efecto retorno…” afirma que cuando se está frente a una neurosis, lo sabemos. Hoy escuchamos pequeños índices (tonalidades) que nos llevan a escuchar una psicosis o fenómenos sutiles que ponen en duda una neurosis; pero no es tan claro, a mi entender, que estamos frente a una estructura neurótica porque nos enfrentamos a sujetos desabonados del inconsciente, poco adheridos a lo simbólico y con poca “capacidad” asociativa. Eso que se me ocurre nombrar como “pobreza simbólica” es, en lo que a mi práctica respecta, un nuevo signo de pregunta frente a la estructura.

Vuelvo al Seminario 6, del que extraigo, la importancia de la escena primaria, y las respuestas del sujeto: Lacan allí toma las defensas al deseo/goce del Otro, y habla de la fobia, por ejemplo, como una defensa (Clase la Dialéctica del Deseo). 

Esto me lleva a una doble vertiente del título que escogí para la elaboración de este saldo del Cartel. Si, para todos, frente al No hay relación sexual, la invención es un delirio, decir “no cualquiera delira” puede tener implicancias en las dos direcciones: no cualquiera sufre de la intromisión de un S1 que se repite, fijo, y experimenta, al decir de Lacan, como “las flechas lo atraviesan” al momento del desencadenamiento. Y, a su vez, no cualquiera delira de sentido y puede metaforizar y armar una novela de lo que le ocurre. Esto último lo tomo como una dificultad en la clínica actual, ya que recibo sujetos de quienes puedo escuchar que el no querer saber es un impedimento a la posibilidad de una pregunta, elaboración o asociación; el “no sé” de la bella indiferencia de la histeria se encuentra exacerbado, las consultas a veces no pasan de la primera entrevista cuando se puede captar que el sujeto no quiere saber. Es lo que entiendo que se nomina con el concepto “desabonados” del inconsciente. Si el inconsciente, o la posibilidad de su emergencia en un análisis, pasa por el equívoco y la pluralidad de sentidos; se abre el interrogante por el psicoanálisis como práctica que, si bien no es para todos, es una práctica basada justamente en las operaciones del analista sobre el discurso del sujeto. Y este recorrido, entiendo, me volvió a llevar a la neurosis, y a la pregunta por el inconsciente, del modo más lacaniano posible: a partir de las psicosis.

En uno de los textos del XI Enapol, Luis Tudanca[1] hace referencia al broche necesario, esa “alguna otra cosa” que permitiría una articulación entre inconsciente y síntoma y que tiene distintos valores: Otro, Nombre del Padre, Phi mayúscula. Todos elementos del orden simbólico. Él dirá:

-Con inconsciente supone, entre otras cosas, el inconsciente estructurado como un lenguaje (…) las formaciones del inconsciente, el síntoma como metáfora, su relación posible con la verdad, en fin, el inconsciente transferencial.

-Sin inconsciente explicita: se terminó el desciframiento o ni siquiera se inició. A nadie le interesa historizar, ni los dramas de la familia de origen; pero a la vez estamos en el dominio de lalengua, que no es estructura, y del goce del síntoma.

Se puede ver como esta elaboración, afirma Tudanca, nos aleja del sujeto del inconsciente y nos lleva al sinthome: “… el inconsciente deja de ser un dato inicial. Para tomar aquí un atajo, diré que el dato primitivo es el sinthome (…) El sinthome ya no es una formación del inconsciente que puede ser sometida al desciframiento”, nos dice Miller en “Piezas Sueltas”. Entonces allí donde no hay lugar al desciframiento, hay el arreglo de cada parletre. Eso es algo que existe antes de la consulta (aunque el arreglo sea algo que provoque sufrimiento al sujeto) y que puede tomar una nueva forma después de un análisis.

Tomo una breve viñeta que acompañó esta elaboración: Tobías de 26 años trae muy angustiado, luego de varios años de entrevistas, el relato de una escena infantil que no logra armar ni “cerrar”, dice. Recuerda unas vacaciones, y tiene la imagen de una especie de hospital del lugar, sabe que se habría enfermado y entró al consultorio del médico solo, no sabe por qué. Tendría entre 8 y 10 años. “No sé qué pasó ahí, pero sé que es algo sexual y que no tendría que haber sucedido”, recuerda el rostro de su madre de horror cuando él sale del consultorio. “Sé que tocó de más”. Lo trae a propósito de su imposibilidad de encuentros sexuales con otros chicos, y que frente a una cita que tuvo, no pudo concebir la erección. Esto abre a una historización: él era un niño “diferente”, no quería que el otro lo viera sin ropa en la playa, le parecía que tendría que haber “una tela entre él y los demás”; asimismo, no tenía de qué hablar con los adolescentes que hablaban de chicas y temas sexuales; tampoco se identificaba con los “actos vandálicos” que éstos hacían, pero estaba siempre, para no perderse nada. No perder, es algo que orienta la cura: Tobías colecciona cosas, muchas, de muchísimas variedades, acumula gorras, llaveros, encendedores, baldes de pochoclos del cine. Se muda solo y lleva todo un trabajo que seleccione qué llevar. Vive con su madre hasta los 25, primero trabaja con ella y luego con su padre. Dice que vivir solo lo confrontó con que él es un “adulto adolescente”, se nombra “nostálgico” y reconoce que vive en el pasado, y no logra hacer nada en el presente: “no tengo proyectos, no pienso a futuro, ni en vivir en pareja, mucho menos en hijos”. Él es “el hijo de sus amigos”, viaja con las parejas como el hijo de éstas.

Del caso me interesa recortar la escena, que luego él quiere recordar y le pregunta a su madre, quien niega rotundamente que eso aconteció. ¿Es una escena primera reprimida? ¿Hay olvido o hay agujero? Dado que nada me lleva a pensar en una neurosis, ni su relación al cuerpo (se pasa horas en el espejo buscándose un defecto y si encuentra un puntito negro lo termina por hacer sangrar, y reconoce no poder parar con esa conducta diaria); ni su relación con lo sexual (se pudo masturbar por primera vez a los 20 años). El control advierte sobre la fórmula “tocar de más” que es lo que posibilitó la transferencia, ya que la practicante nunca tocó de más, es decir, no se tocó su arreglo.


[1] Tudanca, L., “De abonados y desabonados”. Disponible en: https://enapol.com/xi/portfolio-items/de-abonados-y-desabonados/

Datos del cartel
Estado:

Título:

Todo el mundo es loco

Fecha de inicio: 11 noviembre 2023
Temática: Conceptos y lecturas fundamentales
Modalidad: Tradicional (4 + 1)
Integrantes

más-uno

Nombre: RAQUEL
CORS ULLOA
Rasgo: Déficit y tratamientos de las psicosis
Escuela a la que pertenece: NELcf

cartelizantes

Nombre: MICAELA
PARICI
Rasgo: El fenómeno del pensamiento
Escuela a la que pertenece:
Qué Escuela: EOL
Lugar: Buenos Aires
Nombre: DALIA
VIRGILI
Rasgo: Delirios en la infancia
Escuela a la que pertenece:
Qué Escuela: EOL
Lugar: Buenos Aires
Nombre: LORENA
BELOSO
Rasgo: Las variaciones del humor en la época
Escuela a la que pertenece:
Qué Escuela: EOL
Lugar: Posadas, Misiones
Nombre: EUGENIA
DESTÉFANIS
Rasgo: La despatologización lacaniana
Escuela a la que pertenece:
Qué Escuela: EOL
Lugar: Córdoba
Producto publicado en la edición a-ritmo propio
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