Nombre del cartel: Presentación de enfermos
Mas Uno: Luisa Aragón
Si el tema del acto analítico presenta dificultades en cuanto a su definición, el pensar éste en relación a la presentación de enfermos suma otra dificultad. A continuación, presento algunas reflexiones sobre esta posible lectura.
1. De los antecedentes. Una práctica del hablar.
En el escrito de Lacan de 1955, la acción analítica recibe varios nombres: la relación analítica, la situación analítica, la escena analítica, el dispositivo analítico, aventura analítica1 Lacan, J., “La cosa freudiana o sentido del retorno a Freud en el psicoanálisis”. Escritos I, Siglo XXI, Mexico, 2003, p. 384-418
Entonces de entrada se puede situar al dispositivo analítico de la presentación de enfermos, dentro del acto analítico. Este dispositivo se encuentra ordenado a partir de dos momentos que “permite una articulación entre la experiencia misma y lo que de ella se transmite”2 Valcarce, L. Las presentaciones de enfermos en Lacan, Grama, Buenos Aires, 2015, p.24
Desde el inicio del Seminario 15 Lacan menciona que el acto analítico más que del orden del hacer, es del orden del decir, en este acto interviene el hablar-actuar. Lacan señala: “…para introducir al acto psicoanalítico, remarcaremos que, en la teoría psicoanalítica se habla. Por otra parte, no estamos todavía en condiciones de especificar este acto de una manera tal que podamos de alguna manera poner su límite con eso que se llama en términos generales, y a fe mía, usual en esta teoría analítica: la acción.”3 Lacan, J., Seminario 15 “El acto analítico”, clase del 15 de noviembre de 1967, inédito.
Pensando en las presentaciones de enfermos, el decir del entrevistado es una de las partes fundamentales del dispositivo, es a partir de su decir que se pueden encontrar tropiezos de la lengua.
En este mismo Seminario, Lacan se refiere al acto analítico como el soporte y el fundamento del análisis que incluye tanto el que hacer analítico (del analista) y el acto del sujeto. Hay que aclarar que ese hacer del analista implica varias cosas, incluso no hacer “Aun si el analista no hace nada, hay que dar sin embargo algún peso a la presencia del acto.”4 Lacan, J., Seminario 15 “El acto analítico”,., clase del 17 de enero de 1968.
En las presentaciones de enfermos este hacer del entrevistador se podría ubicar desde dos vertientes: Su hacer en cuanto función del analista en la psicosis que se deja y su hacer en tanto transmisión.
2. Presentación de enfermos, un acontecimiento que implica consecuencias
La presentación de enfermos es un acto que se da una sola vez, como un evento de carácter único tiene valor de acontecimiento, y los acontecimientos tienen consecuencias.
Siguiendo los fundamentos del acto analítico en el Seminario 15, se puede hablar de acto del analista cuando éste tiene un carácter mutativo, es decir, que produce un cambio. Lacan en el Seminario 15 se refiere a “acontecimientos” que “impliquen consecuencias”.5 Lacan, J., Seminario 15 “El acto analítico”, clase del 24 de enero de 1968, inédito.
Esta afirmación respecto de las consecuencias es fundamental, dado que podemos decir que el acto analítico se define après coup, se define por sus consecuencias. Se sabe por las connotaciones del personal de los centros de salud donde se realizan las presentaciones de enfermos, que muchas veces este encuentro deja marcas singulares en el entrevistado, orienta la dirección de la cura, y deja marcas en la formación del público.
3, El acto de autorizarse
Lacan observa que acto analítico significa que el analista debe situarse en acto “…ese psicoanálisis, precisamente, no podría instaurarse sin un acto, sin el acto de aquel que, si puede decir, autoriza la posibilidad, sin el acto del psicoanalista y que la tarea psicoanalítica se inscribe al interior de ese acto que es el psicoanálisis.”6 Lacan, J., Seminario 15 “El acto analítico”, clase del 21 de febrero de 1968.
Realizar una presentación de enfermos implica un autorizarse del lado del analista, dicha autorización no es sin los otros, y sin un recorrido en el propio análisis, tomando en cuenta además que esta autorización es algo que se verifica cada vez.
La presentación de enfermos como dispositivo analítico no solo permite un encuentro único entre el paciente y el analista, sino que también pone en juego el acto analítico en su vertiente más pura: la de provocar un decir que revela lo inconsciente. Asimismo, el acto de autorizarse del analista se torna esencial para garantizar que el encuentro no solo tenga valor clínico, sino que también funcione como un acto de transmisión que deje huellas singulares en el sujeto, reafirmando la importancia de este recurso en la formación psicoanalítica.
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