«Volveré pues a poner al analista en el banquillo, en la medida en que lo estoy yo mismo, para observar que está tanto menos seguro de su acción cuanto que en ella está más interesado en su ser».
J. Lacan «Escritos 2» pagina 567.
En la presentación del seminario y los carteles SIPA, Marcela Almanza describe el objetivo de la siguiente manera: «Crear las condiciones en nuestra Escuela para verificar la formación de los analistas, implica la apuesta por una práctica que no sea una mitología y que permita ir más allá del Edipo, para arribar a una práctica analítica orientada por lo real.Si lo real está excluido del sentido y del saber. ¿Cómo acercarse a ese real, ya que de él no tenemos ninguna representación en nuestra práctica en tanto que se sirve de la palabra y del sentido?»
Agregando que se trata de hacer caer el sueño idílico del «supuesto saber hacer» del analista experimentado que no rinde cuentas a nadie de su acto para así preguntarnos por lo que efectivamente habita nuestro quehacer cotidiano, nuestros impasses y hacer efectiva la ausencia de garantías sobre lo analítico de nuestra propia práctica. Ésta es, a mi parecer, una orientación de trabajo que caracteriza a una escuela que tiene en su centro el no saber que es un analista, lo que implica ciertamente un forzamiento de lo que podríamos llamar la «práctica supuesta» en torno a la que se discuten problemas teóricos y se construyen casos clínicos.
De ésta forma la orientación a investigar la práctica clínica pone en primer plano nuestros «impasses, inconsistencias y dificultades para hacer lugar a la pregunta por lo analítico en cada cura que conducimos».
Al poner en juego lo más intimo en tanto analistas-analizantes se convoca la enunciación del analista, es decir a la relación con su real por el sesgo del cual es deseo del analista se orienta, según señala Miller, a «reducir al otro a su real y liberarlo del sentido.» (Miller, 2012, página 436)
De la clínica a la práctica
Hay un deslizamiento, un desplazamiento de la clínica a la práctica. La clínica es una elucubración de saber sobre la práctica, señala G. Brodsky en «La clínica y lo real», siendo la práctica lo que efectivamente se hace y se dice en un psicoanálisis. Nuestra aspiración va aun más allá, ya que nos interesa saber en qué medida eso que se hace y se dice en un psicoanálisis puede alcanzar, puede tratar lo real mediante lo simbólico. Para ello es que la investigación de la práctica se diferencia de la construcción del caso y de su lógica. La construcción del caso supone la articulación de lo que ocurre en un psicoanálisis a categorías conceptuales haciendo posible el esclarecimiento del caso a condición de inscribir sus fenómenos y sus características en la grilla conceptual de nuestra orientación no sin referencia a otras clínicas, a la época, a las instituciones, a lo social, entre otros. El punto de referencia de la construcción del caso es la articulación del caso y la teoría.
¿Cómo investigar la práctica psicoanalítica como lo que se hace en un psicoanálisis? Parafraseando a J. A Miller en la conferencia «El inconsciente y el cuerpo hablante» diremos que hoy es necesario «saber decir» lo que hacemos en una práctica analítica orientada por lo real. Durante el cartel me esforcé por presentar casos sin referencias teóricas además incorporar los dichos de los pacientes, los dichos del analista y los cortes de sesión con el objetivo de explorar y poner en discusión los efectos y las consecuencias entre sesiones o bien entre distintos momentos del caso presentado. Un señalamiento de un compañero de cartel precisó este intento como un relato de sesiones que incluía las intervenciones del analista recordando mi interés en los inicios del cartel por las secuencias lógicas en la cura. Fue así como caí en cuenta de que durante los casi dos años del trabajo de cartel había estado intentando buscar una manera de investigar mi propia práctica sometiéndola a la inquietud por la verificación de lo analítico en ella, corporizando así la pregunta que se enunció en la creación de la sede NEL-Santiago «¿Como practicamos el psicoanálisis?».
Las secuencias del decir: el encuentro con un modo de investigar
Revisando los casos que presente en el cartel me es posible formular que en ellos investigue distintas secuencias del decir. Lacan en la apertura de la sección clínica se pregunta acerca de qué es la clínica y se responde «No es complicado, la clínica tiene una base: es lo que se dice en un psicoanálisis». Lacan reduce así la clínica psicoanalítica, su montaje doctrinario a lo que se dice en un análisis. La clínica, sostenida en lo simbólico del concepto se revela impotente para dar cuenta del real del goce en juego en un análisis. Por ello es que en el pase sería el testimonio, en el que la demostración se realiza vía la propia implicación, la forma de verificación del lugar de lo real en la experiencia analítica. Si el testimonio verifica la experiencia, ¿cómo verificar la práctica? Es en este punto es que cobró valor para mí la idea de investigar las secuencias de los dichos de un analizante, separando de ello la interpretación conceptual, con el fin de precisar las transformaciones de la posición subjetiva del analizante en relación al decir del analista. La investigación de la práctica, según pude inventármelo en el cartel, implica necesariamente el decir del analista bajo la forma de sus dichos interpretativos, del corte de sesión y de las maniobras transferenciales puestos en la perspectiva de sus efectos y consecuencias en el decir del analizante.
Es así como entre dichos y actos del paciente, enunciados y cortes del analista podrá cernirse la manera en que el deseo del analista se orienta al un real del analizante. Un real que no es univoco pero que podremos acorralar en el encuentro contingente sin ley, en lo imposible de soportar y de decir, en el no-todo del otro goce, en el fuera de sentido del goce pulsional que hace eco en el cuerpo, en lo que disminuye o aumenta pero que no cambia, en lo que sigue iterando incluso cuando la repetición ha cesado, en lo que queda del sentido fantasmático, en el trauma del lalengua en el cuerpo y en el programa de goce con el que se da forma al sinthome.
La investigación de la práctica se formuló para mí como la investigación de la presencia de lo real, bajo sus diferentes formas, en las secuencias del decir del analizante en relación al decir del analista. Fue la respuesta encontré en el cartel, al deseo de saber que hace a mi posición analizante y al esfuerzo por sostener una practica analítica.
El analista en el banquillo y su enunciación
Para Lacan el «analista en el banquillo» supone una relación entre su acción de analizar y su propio ser. Una relación al propio ser que no se formula por el sesgo de la contratransferencia, sino del síntoma, que vía el análisis, hace de éste el sinthome y el estilo que dan soporte al deseo del analista. Sostener una enunciación como analista, más allá de toda identificación, como lo plantea A. Harari, implica que la acción del analista toma su soporte en su ser de goce esclarecido por el análisis, es decir en aquello del goce que se demuestra como lo que no cambia a lo largo de la experiencia analítica. En ello se soportará la enunciación, el decir del analista que una investigación sobre la práctica necesariamente podría alojar, no a la manera del testimonio del pase en la que se explicita la propia posición de parletre del analista, sino articulando formal y lógicamente la relación entre el decir del analista y el decir del analizante que hacen a su posición en relación al Otro y al goce.
Lo analítico de nuestra práctica no basta con declararlo, debemos demostrarlo si pretendemos hacer del psicoanálisis un oficio no segregado del Otro social. Citando a Lacan podríamos decir que investigar la práctica analítica en un escuela sería «… una manera de interrogar al psicoanalista, de apremiarlo para que declare sus razones.» (Lacan,1981, pagina 42)
BIBLIOGRAFÍA
- Brodsky, G (2015) «Clínica y real». Buenos aires. Gramma ediciones.
- Harari, A. «Política lacanina» en revista Bitácora N°7. Buenos Aires. Nueva escuela Lacaniana.
- Lacan, J (1981) Apertura de la sección clínica. Ornicar? 3. Barcelona. Publicación del capo freudiano.
- Miller, JA (2017) «CST» en revista Bitácora N°6. Buenos Aires. Nueva escuela Lacaniana.
- Miller, JA (2012)»Leer un síntoma» en Revista Lacaniana N° 12. Buenos Aires. Escuela de orientación lacaniana.
- Miller, JA. (2014)»El inconsciente y el cuerpo hablante» en Revista Lacaniana N° 17. Buenos Aires. Escuela de orientación lacaniana.
- Miller, JA (2012)»Lo real en el siglo XXI» en El Orden simbólico el el Siglo XXI. Buenos aires. Fundación del campo freudiano.