Esta investigación no pretende generar algún tipo de polémica con los actores políticos ecuatorianos, más bien busca mejorar la calidad de política que ejercemos diariamente. Esta política que según Vallés tiene como finalidad ser la amalgama de la sociedad, debe legitimarse continuamente con las prácticas que el poder ejerce.
Este estudio está principalmente centrado en el estadio del Populismo en Ecuador y sus relaciones autistas con aquellos grupos o sujetos que forman parten de la cadena de significantes. Según Cadahia, una académica del populismo ecuatoriano, el populismo se ha estudiado desde el carácter normativo de esta ideología. Es decir, se ha colocado como tema principal de discusión, el efecto práctico del mismo en un régimen democrático, y no se ha tomado en cuenta, si esta nueva práctica es perjudicial o beneficiosa para un país.
Los principales componentes del populismo de Laclau son la construcción de un pueblo, hegemonía y antagonismo, y la construcción del significante vacío. Como hemos apreciado, en los últimos veinte años de democracia, los líderes políticos han empujado desde sus banderas la llamada «construcción de un pueblo»; de la misma manera, han definido claramente quienes hacen las veces de antagonistas en sus discursos. Pero existe un gran problema, a la hora de colocarse como significantes vacíos no han guardado responsabilidad ética ni políticas con sus gobernados. Esta incapacidad para mejorar las condiciones sociales deviene de un ejercicio autista de gobierno (actores locales y nacionales), autista en la forma lacaniana del término, que será explicado posteriormente.
Para fijarnos centralmente en la práctica del populismo, es importante conocer cómo opera el significante vacío lacluaniano. Este concepto se constituye a través de las demandas sociales insatisfechas (presentadas en forma de reclamo), dichas demandas tienen lógica de equivalentes y diferenciales. El significante vacío es un punto nodal en la cadena de demandas, y debe presentarse vacío porque de otra manera no podría fijar identidad a los otros elementos del sistema. Este proceso nodal es por el que se constituye la hegemonía, y es ésta la que le da sentido o razón de ser a todas las demandas.
Como se puede denotar, estas demandas son aquellas que legitiman al significante vacío. ¿Pero qué sucede cuando esta lógica solamente es usada para obtener poder? ¿Acaso los políticos no se han encargado de reformular esta lógica? ¿Qué está sucediendo a la hora de ejercer el poder? Pues la respuesta es política autista, o mejor dicho, un populismo autista, populismo vacío.
Lacan explica el autismo y expone que este enseña cómo la instancia del lenguaje (aparato populista) puede estar constituída y no ponerse en funcionamiento, de tal manera que lo imaginario (la política) y lo simbólico (condiciones sociales) no están realmente anudados.
Para desentrañar este autismo político es imperante recalcar que la política solo se ejerce en lo real. Es decir, a la hora de la praxis opera netamente en S1 y no encuentra su cadena de significantes. Para ejemplificar, la política ecuatoriana es como aquel niño que conocer el lenguaje pero no habla, es decir dispone la no interacción como un lenguaje sin otro. Tal como Miller anuncia «Hay UNO, no hay cuerpo». Por lo tanto, este niño ha volcado el Otro en lo real y no en lo simbólico, repite el S1 sin lazo hacia la sociedad.
Para volver al terreno político, es importante preguntarse ¿cómo sería la clínica para la política? ¿Qué debería intentar el analizante para este paciente? Lo que la experiencia ha demostrado que así como las matemáticas de cierta manera pueden anudar a un niño autista, el ejercicio de poder burocrático anuda a los políticos, dejando al significante vacío como instrumento para luchar por cuotas de poder. En última instancia, este Significante vacío opera como S1 en la praxis, incluso cuando se desvirtúa toma el espejo del Otro para formar antagonismos.
Para concluir, lo correcto sería que este S1 encuentre su S2 en la cadena de demandas que construyó al significante vacío. Nos conviene a los ecuatorianos que la política se negocie con la sociedad, y no solamente en época electoral. La política desde la burocracia estatal seguirá siendo autista si no reconoce sus limitantes, de la misma manera, nosotros deberíamos continuamente hacer la labor de analizante, para que en algún momento, la sociedad conecte todas sus cadenas significantes.