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Jean ARP | Composición abstracta

Del individuo indignado a la indignación de masa

Raffaella Carolina Lanza Bugueño
7 febrero 2021

Hacia arriba y en profundidad del globo, no hay criatura moderna que no le deba a la indignación un ajuste sobre su imagen. El ser dañado percibe, que el precio de su existencia se ha devaluado descaradamente. La existencia humana, sin embargo, es algo difícil de clasificar y dadas las condiciones, señalar su precio puede ser más que complicado. Nos alivianaría un poco, encontrar un arquetipo. Uno sería capaz de, bajo unas atribuciones generales, demandar el valor pertinente para cada forma de vida. Pero es como si tratásemos de mendigarle a la naturaleza un favor. ¿No nos sentimos ya lo bastante humillados con nuestro lugar en la naturaleza? ¿Acaso tiene una respuesta para nosotros?

Hay que meditar un momento, una experiencia de fatiga como la es la indignación, es en un primer momento, singular: cuando la mujer o el hombre se implica, al mismo tiempo se involucra su materia y desenlace: un hombre está hecho de tiempo e historia. Sus pasiones, objeto de representación a lo largo de los años, son lo que cabalmente puede mostrarnos que cualquier hombre es un hombre fuera de serie.

Basta ejemplificar: el terror que infunde un ideal romántico sin conquistar es una cosa bien distinta de la que podría prever el terror de un escenario gótico, aunque prevalezca en cada situación un miedo particular, este está contenido en una coincidencia de espacio que no es el de la naturaleza.

Si regresamos sobre el primer caso, de ideales románticos, encontramos una primera pista. Uno puede ilustrarlo con un héroe como Prometeo, quien se permite a sí mismo un acto digno, o por lo menos digno para él y algunos cuantos. El, quien es amigo de los mortales, les procura la llama del fuego, y a pesar de ser benefactor de ellos, es solo un desobediente a ojos de Zeus. Prometeo se hace a sí mismo el inaugurador del sacrificio, ya que es castigado por Zeus. La historia de un modo u otro, con sus diferentes versiones, muestra en su final al rebelde glorificado y liberado del castigo.

Muchos otros personajes le siguieron a Prometeo, pero ya con un destello propio. Frankenstein como mejor ejemplo, el demiurgo creado por Mary Shelley, es un “Prometeo moderno” como ella misma lo nombró en 1818, horrorizado de su propio acto, con un juicio sobre sí mismo y la torpeza de su mano creadora, de la que nace un monstruo. Quizá el horror romántico procuraba la cualidad de su era, la exaltación en el sacrificio, el honor detrás de aquel, una imagen completa de dignidad. Pero en Frankenstein, hay un horror ante sí mismo y la falla del creador. El monstruo de Frankenstein nos ha dado un recordatorio eterno de la escena gótica, y la angustia, el <<ángel caído>>, que no conmueve más sino causa indignación.

La indignación prolifera, si se quiere, implicando a la mujer o al hombre en sí, pero sobre todo en una línea de tiempo. La dignidad no es un ofrecimiento de la generosa naturaleza, no va a encontrarla uno al servicio del vulnerable. Vicens plantea lo que condiciona el otro lado de la indignación: el esfuerzo humano de la creación de lo digno, que no fue sino a partir del lenguaje, es decir la cultura. La palabra, se fundamenta como antítesis. Laurent hace referencia de la indignación como un grito contra el Otro infernal. La relación del sujeto con su dignidad está marcada por el tiempo, por su política. Y así analiza circunstancialmente los ataques terroristas de musulmanes en Europa.

La historia de la humanidad nos da causas ya no para una indignación aislada, sino una para una indignación de masas como lo es, la de que evoca la 2da guerra mundial. Ciudades icónicas de Alemania son una incidencia frecuente en ese pasado, mientras uno camina logra ver las cicatrices: edificios antiguos con marcas de balas, veredas con insignias que tienen escritos los nombres de judíos que solían habitar esa calle. Un transeúnte notará cómo ese pasado es algo que se ve en todas partes pero algo de lo que se habla pocas veces. Hoy Alemania es otra, y no obstante no se puede decir que todo ha quedado olvidado.

La versión española de la cadena alemana Deutsche Welle tituló una publicación en línea que resalta el tema:

“La banda alemana de rock pesado Rammstein provocó indignación y duras críticas después de que se publicara un video promocional donde sus miembros aparecen disfrazados de prisioneros de un campo de concentración nazi.”

La banda Rammstein, internacionalmente conocida, y probablemente la más exitosa en el exterior de Alemania lanzó recientemente su video musical “Deutschland” (Alemania) que es conceptualmente, un recorrido por la historia alemana. Este audiovisual combina diferentes elementos que atraviesan 2000 años: desde los romanos, la edad media, la primera y la segunda guerra y otros eventos que constituyen su pasado.

La sobreviviente del Holocausto y ex-presidenta del Consejo Central de judios en Alemania Charlotte Knobloch señaló: «La instrumentalización y la trivialización del Holocausto, como se muestra en las imágenes, es irresponsable»

En un artículo del periódico alemán Der Spiegel fechado el día 28 del pasado marzo, se analiza sobre el hecho. Se la muestra como “Eine Falle” (una trampa):

“ Eine Werbung für den Faschismus ist «Deutschland» aber nicht. Es ist, im Gegenteil, ein orgiastisch in Szene gesetztes Hadern mit Deutschland: «Deutschland, mein Herz in Flammen, will dich lieben und verdammen», dröhnt Sänger Till Lindemann und kommt zu dem Schluss: «Übermächtig, überflüssig, Übermenschen überdrüssig».

(“Deutschland“ no es una propaganda para el fascismo, es al contrario una puesta en escena del descontento con Alemania: “Alemania mi corazón en llamas, deseo quererte y condenarte, resuena la voz de Till Lindemann y viene el cierre:.prepotente, sobrante, cansada de superhombres “)

Otro periódico alemán Frankfurter Allgemeine lo ha resumido de mejor manera „Rammbivalenz“, haciendo un juego de palabras entre el nombre de la banda y la palabra ambivalencia. Para Vicens nuestra época es una época de placer y en la que argumenta el cinismo es una respuesta, cabe preguntarse si esto figura la paradoja, el video genera grandes ganancias monetarias para la banda pero no deja de ser una acusación propia de la Germania derrotada.

La indignación es una experiencia malograda. Ya en 1818, al término de la 2da guerra o aún hoy, diversificada por su política y su tiempo, el hombre se ve compleméntateme subvertido por lo cree que lo define, un ser que terminará mostrando bajo cualquier circunstancia que no es merecedor de aquello que fantasea.

BIBLIOGRAFÍA

Vincens A. La dignidad humana, http://www.radiolacan.com/es/topic/79

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